La historia: un sueño mariano hecho piedra
Todo comenzó en 1923, cuando el reverendo Caspar Hutter, inspirado tras una peregrinación al santuario mariano de Lourdes en Francia, soñó con llevar esa experiencia de fe a su propia tierra. Durante un paseo por Maria Gugging, descubrió una antigua cantera abandonada en Hadersfeld, un lugar que entonces usaban los niños como campo de juegos. Allí vio el sitio perfecto para recrear la gruta mariana.
No fue un proyecto sencillo. Hutter tuvo que convencer primero a las autoridades civiles para usar el terreno y luego superar la desconfianza de la diócesis, que años antes había intentado levantar una gruta similar sin éxito. Finalmente, gracias a su perseverancia y fe, obtuvo el respaldo eclesial, y en el otoño de 1923 comenzó la nivelación del terreno.
En la primavera de 1924, un albañil empezó a abrir y alisar la roca. Sin embargo, debido a dificultades financieras, la construcción se detuvo por un tiempo. Aun así, se priorizó instalar una línea de abastecimiento de agua que daría vida a la futura fuente, evocando la surgida en Lourdes. Con renovado impulso, en 1925 los trabajos se completaron.
El 10 de mayo de 1925, la gruta fue solemnemente consagrada. El evento reunió a unas 60.000 personas venidas de toda la región, apoyadas por la flota de 22 autobuses municipales vieneses que transportaron a los peregrinos. Fue una auténtica fiesta de fe que selló el inicio de un lugar llamado a perdurar.
El agua que acaricia la piedra: un símbolo natural y vivo
Uno de los rasgos más queridos de la Lourdesgrotte es el agua que fluye constantemente sobre las piedras, evocando el manantial original de Lourdes. Pero aquí tiene también un significado muy terrenal: este agua proviene directamente del subsuelo del Wienerwald, filtrada naturalmente a través de capas rocosas que la mantienen pura, fresca y limpia, tal como brota del corazón del bosque.
Desde su construcción, se diseñó una línea especial de captación para traer esta agua hasta la gruta, asegurando un flujo continuo que no depende de la red urbana. Así, miles de peregrinos cada año se acercan a beber un sorbo, mojarse el rostro o llenar pequeños frascos, participando de un gesto sencillo de fe, confiando en la intercesión de la Virgen María y en la fuerza sanadora que tantas veces surge del alma misma.
Un santuario vivo, cuidado por los Pallottiner
La Lourdesgrotte no está sola: forma un binomio inseparable con la parroquia Maria Gugging, conocida también como la Portiunkulakirche de Austria, dedicada a María, Reina de los Ángeles.
Hoy este importante centro espiritual está bajo el cuidado de la Societas Apostulatus Catholici (Pallottiner), con el P. Dr. Stanislaw Korzeniowski SAC al frente. Nacido en Wadowice (Polonia) en 1969, el padre Stanislaw es un apasionado pastor que ha servido en Austria y Alemania, y tiene un lema claro:
“Gottesnähe und Menschennähe sind mir ein Anliegen.”
(La cercanía de Dios y la cercanía a las personas son importantes para mí).
Su trabajo busca entusiasmar a personas de todas las edades, manteniendo vivo el espíritu acogedor del lugar. Cuando uno visita la gruta, el padre atiende a los visitantes con cariño y da la bienvenida con calidez.
Fe que florece: celebraciones y vida comunitaria
En su centenario, la Lourdesgrotte celebró el pasado 10 de mayo de 2025 una misa solemne que congregó nuevamente a una multitud de peregrinos. Pero la vida espiritual del santuario va mucho más allá de una fecha.
• Cada año, de mayo a octubre, el lugar se llena de actividad:
• Misas dominicales y festivas en la iglesia y en la gruta: 9:00, 11:00 y 15:00 h.
• Novena a San José, todos los miércoles a las 11:00 h.
• Confesiones y adoración eucarística, de martes a sábado (11:30-12:00) y los domingos (12:00-12:30).
• Oración por los enfermos, el primer sábado de cada mes.
• Y las populares procesiones del rosario con velas, todos los domingos a las 18:00 h, que convierten el entorno boscoso en un mar de luces y cánticos.
Un rincón del Wienerwald que invita a la paz
Más allá del programa litúrgico, la Lourdesgrotte ofrece un entorno natural que por sí solo invita al silencio interior. Es común ver a peregrinos sentarse simplemente a orar, contemplar el agua que corre o apoyar la mano sobre la roca húmeda, dejando allí sus preocupaciones y confiando en la ternura de la Madre. Además, hay un café muy acogedor, abierto los fines de semana, donde en verano se puede disfrutar del aire libre.
Como dice el Evangelio:
Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Y así, cien años después, la Lourdesgrotte Maria Gugging continúa siendo un remanso de fe, sanación y encuentro, un testimonio vivo de cómo un humilde sueño puede convertirse en herencia espiritual para generaciones enteras.
Datos:
P. Dr. Stanislaw Korzeniowski SAC
A-3400 Klosterneuburg
Hauptstraße 134
Maria Gugging
+43224383330
Enlaces:
www.mariagugging.at
www.facebook.com/Lourdesgrotte
www.erzdioezese-wien.at/maria-gugging
www.klosterneuburg.at/100_Jahre_Lourdesgrotte