La velada comenzó con las palabras de apertura de la Directora del Instituto Cervantes, Mila Crespo, seguidas de la Embajadora de Ecuador en Austria, Mireya Muñoz, quien introdujo a los asistentes a los orígenes ancestrales del cacao.
Se enfatizó que el cacao nació en la Amazonía ecuatoriana, con estudios científicos que lo remontan a más de 5000 años. La presentación destacó que Ecuador es un banco genético crucial para la especie, albergando el 70% de la genética del cacao mundial.
El protagonista histórico es el Cacao Arriba Nacional, reconocido como el más fino del mundo. Su nombre evoca el origen geográfico, pues los granjeros lo ubicaban "arriba del Río". Este cacao de calidad excepcional lo diferencia de otros productores regionales como Colombia, Venezuela y Perú.
La actividad central fue la Cata de chocolate ecuatoriano, guiada por José Páez, representante de la empresa Pacari en Europa. La degustación se centró en chocolates orgánicos, con un mínimo de 60% de cacao. Se exploraron variedades de distintas regiones ecuatorianas (Costa, Sierra, Quito, Amazonía), incluyendo:
- Cacao Esmeraldas (60%)
- Raw Cacao (70%), destacando sus propiedades como potente antioxidante y antidepresivo para la mente y el ánimo. El cacao crudo (Raw Chocolate) duplica estos beneficios.
- Cacao con Hierba Luisa (Lemongrass).
- Chocolate con Sal de Maras (Sal de Cuzco, Perú), reflejando alianzas andinas.
La Sorpresa de la Noche
Mauro Quispe, con la presentación de la empresa Kamm y su innovador producto: la Champán de Chocolate. Su aroma y sabor cautivaron a los asistentes, cerrando la noche con una memorable degustación de chocolates Kamm y champagne.
La presentación también profundizó en el significado cultural del cacao, considerado la "comida de los dioses". Se recordó su uso ancestral en las tribus para sentir la transformación en su espíritu animal, citando el ejemplo azteca de mezclarlo con chile ( ají picante ) y especias como achiote, vainilla o pimienta para crear una bebida que era utilizada para "convertirse en jaguares" durante el juego de pelota Tlachtli, y así potenciar su efecto y significado ritual.
Además, se destacó la figura fundamental de las mujeres en la cadena de producción, ya que al darle trabajo a las madres y jefas de hogar se les daba la oportunidad de mejorar la calidad de vida de las familias Ecuatorianas que viven cerca del area donde se recolecta y produce el cacao. Se mencionaron las alianzas estratégicas de la marca Pacari, que van desde WWF y el Museo Del Prado en España hasta colaboraciones con chefs españoles, y su compromiso con la reducción de huella de carbono al producir sus productos.
La cata fue una plataforma exitosa para reafirmar a Ecuador no solo como productor, sino como el origen histórico y genético del cacao más fino del planeta.