Se puede disfrutar de la música y se puede además amarla. Entenderla como algo completo, sentirla en su totalidad y además crearla. Si alguien sabe hacerlo de forma muy prolífica es el compositor ecuatoriano Leonardo Rivadeneira, quién ha compuesto más de 130 obras, muchas de ellas interpretadas por algunas de las más significantes voces e instrumentistas de Viena. Además es el creador del Júpiter, un interesante instrumento, del que sólo existen una decena en el mundo. Hace más de 30 años Rivadeneira dejó su Quito natal para venir a Viena a formarse como violinista y compositor.
Intuyo que vino a Viena por amor, ¿cómo empezó su idilio con la música y como fueron sus primeros años en Viena?
Yo siempre he amado la música, y la música para mí tiene una transcendencia espiritual y creativa. Estoy enamorado de la música, como casado con ella. Y creo que la música es útil para el desarrollo de los seres humanos.
Mis primeros años en Viena fueron agradables e interesantes. Cuando estaba en la Universidad iba al Augarten a caminar y también a Schönbrunn. Aquí han vivido Beethoven, Mozart, Brahams y uno respira eso en el ambiente. Hay una atmósfera etérea, se puede decir musical y viviente, que ayuda a una persona si es creativa. Esto es un asunto intuitivo.
Viena es la ciudad de la música y un lugar perfecto para desarrollarse como compositor.
Mi música se ha tocado en la Konzerthaus y en la Musik Verein. Tengo muy buena relación con muchos músicos que viven en Viena, austriacos y de otros lugares. En la Universidad de Viena se han hecho multitud de grabaciones con mi música y la soprano Ursula Fiedler ha cantado más de 20 obras mías.
En la Universidad de Música de Viena tuve muy buenos maestros, entre ellos el compositor Erich Urbanner. Y el también compositor y pianista Peter Barcaba, ya fallecido, fue una persona muy especial para mí con la que tuve muy buena relación y quién también escribió sobre mi música.
Actualmente vivo a 30 kilómetros a las afueras de Viena porque necesito la naturaleza y el silencio para componer.
¿Qué conserva de sus raíces después de 30 años en Viena?
Mucho, sin lugar a dudas. Como he nacido en Quito, he vivido a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar. Hay muchas montañas alrededor de Quito. Yo siempre he amado las montañas y he ido frecuentemente, por ejemplo, al Cotopaxi y al Chimborazo. Naturalmente mi música refleja las montañas y también el mar. En Ecuador hay muchas costas y también están las islas Galápagos. Yo tengo esas impresiones dentro de mí.
Para mí Latinoamérica es muy importante y deseo que las cosas funcionen bien allá.
¿De que se nutre a la hora de componer?
Si quieres componer y tienes amor para ello se necesita silencio. Es una energía. Y un tipo de pasión, de entrega y de apertura. Recibes del universo, de dios, de la naturaleza, una energía. También de los seres humanos a los que amas. Y ellos te inspiran.
Platón y Pitágoras cuando hablaban de la música de las esferas, estaban hablando de algo real. Y creo que los hombres tienen dentro de sí esa música, sólo necesitan desarrollar un tipo de atención y conexión.
Hay un científico francés, Tomatis, que también habla de esa música interna. Y creo que Beethoven y Mozart también la escuchaban.
En el momento en el que estás componiendo recibes mucho amor, mucha paz, mucha alegría, mucha belleza y creatividad.
¿Cómo es el proceso de composición?
La música es un lenguaje en el presente y al componer estás totalmente consciente del instante. Es un trabajo para el que necesitas dejar cierto campo abierto para la libertad. A pesar de que las composiciones también tienen una estructura y un cuerpo. Y esto es importante. Son este cuerpo y esta estructura las que pueden producir después algo explosivo cuando alguien lo escucha.
Especialmente en Asia la atención a la respiración es muy importante porque eso te centra en el presente. Este es sólo un método. Existe un intervalo entre la inspiración y la espiración en que la respiración cesa. Si te centras en esos dos lapsus encuentras silencio y una presencia. Esa actitud meditativa y contemplativa es también importante para componer.
¿Qué le diría a quién escucha por primera vez su música?
Es muy difícil contestar a esa pregunta. Hay mucha gente que ama mi música. Si no, no hubiera sido posible que se haya tocado tanto, que haya CDs, o que la Orquesta Sinfónica de Quito, la mejor de Ecuador, y también la Wiener Kammerorchester hayan tocado mi música.
Para mí, por ejemplo, hay música que no puedo escuchar, y hay música en la que, al instante de escucharla, reconozco que hay un proceso extraordinario, que a mí me alimenta internamente o por lo menos genera un eco en mí. Entonces, lo importante es que las personas encuentren un eco en la música, una resonancia. No es necesario que todo el mundo escuche el mismo tipo de música. Uno debe descubrir si hay alguna afinidad.
Ha inventado y patentado un instrumento. ¿Qué tipo de instrumento es el Júpiter?
Es un instrumento de percusión de doce tonos. Hay tres obras compuestas por mí para el Júpiter. “Misterios” y “El jardín y las fuentes” que se pueden escuchar en Youtube. Ambas con poesías mías. La tercera es la “Sinfonía 2 para Orquesta”. Este instrumento está estructurado en base al método numérico de la cábala judía. No tiene el método tónico y diatónico. Es decir, no está entonado como en un piano, sino que los tonos del Júpiter son cuartas, sextas, y tienen cierta variación. Tiene una resonancia en los tonos de hasta un minuto.
Se compone de tubos largos, que pueden ser golpeados, acariciados con una escoba o tocados con las manos y los dedos.
Entonces, a pesar de su particular tonalidad, ¿se puede tocar con otros instrumentos?
Es un instrumento exótico porque no está en la tonalidad de los otros instrumentos. Sin embargo, he escrito obras para que sea tocado junto con otros instrumentos y acompañado con voz, y funciona. Es muy agradable. Incluso hay un cantante que ha cantado los tonos del Júpiter.
¿Cómo se puede acceder al Júpiter, aprender a tocarlo, si alguien está interesado?
Un percursionista lo puede tocar sin problema. Existen 2 o 3 en Sudamérica y aquí en Viena debe haber como 5 Júpiter. Si hay alguien que tiene interés puede ponerse en contacto conmigo y podemos ver quién se lo puede fabricar. Esto no es muy problemático porque hay un método exacto para construir el Júpiter.
¿Cómo fue la creación del Júpiter?
Yo creo que los números tienen una cualidad y cierta importancia dependiendo de cómo se usen. Y el sistema judío de la cábala, que yo estudié hace algún tiempo, tiene que ver con los números, entre otras cosas. Yo estaba experimentando con tonos y con armónicos. Entonces tuve la intuición de reunir esos armónicos que me interesaban mucho y esos tonos que resonaban siguiendo el sistema de la cábala. Esa intuición la plasmé tras varios experimentos en el instrumento de doce tonos que es el Júpiter.
¿Jupiter, por el planeta o por el dios mitológico?
Júpiter es un planeta que según los astrólogos tiene que ver con la alegría y la espiritualidad. Ese nombre también fue para poner un poco de distancia con la Tierra. A mí me gustan mucho los astros, las estrellas y contemplar las noches cuando están limpias.
¿En qué proyectos está inmerso actualmente?
Una de mis últimas composiciones es “Viajes”, obra para cuarteto de Saxofón, y ya hay un cuarteto en Londres que la va a tocar. Ahora estoy trabajando en una obra para orquesta de cuerdas, que es una formación fascinante. Si escuchas con atención a una orquesta de cuerdas hay dinámica, silencio y esos armónicos que tocan el oído y al alma. Esa estimulación auditiva es muy útil para la salud.
De cara al futuro estoy simplemente abierto. En general soy muy flexible y simplemente escucho dentro de mí y cuando hay algo interesante lo escribo.
¿Podremos escuchar alguna de sus obras próximamente?
Tengo dos fechas en junio en las que vamos a tocar siete obras mías para clavicémbalo en la Universidad para una grabación. Se llaman “The works of Hercules”. Hércules es un arquetipo en cada ser humano, el cual tarde o temprano debe ser realizado para que este encuentre su plenitud. Las interpretará una pianista y cembalista que ya ha tocado mis obras. En una ocasión lo hizo frente al cónsul de Ecuador en Austria, quién me dedicó unas palabras.
En Ecuador van a tocar probablemente algunas obras de orquesta y si puedo viajaré allí, tal vez octubre o noviembre de este año. Y habrá algún concierto en Viena, pero todavía no hay fecha cerrada.
Enlaces:
En la base de datos Music Austria, se pueden encontrar la mayoría de las composiciones del autor ecuatoriano Leonardo Rivadeneira: db.musicaustria.at
En Youtube se pueden escuchar muchas de sus obras: youtube.com/IleanaCaron