Actualmente están volviendo a ser apreciados y estudiados por sus profundos beneficios para la salud, entre ellos su capacidad para aliviar dolores, sentimientos de depresión, mejorar la memoria, disminuir la inflamación, además de poseer propiedades antibacteriales, antimicoticas y antivirales.
¿Qué son los aceites escenciales?
Son sustancias naturales destiladas de las plantas o bien extraídas por presión. Contienen moléculas aromáticas que hacen que muchas plantas tengan un aroma y sabor singular, y a menudo se les usa para elaborar perfumes. Son altamente concentrados ya que con una gota apenas se pueden obtener efectos muy profundos.
No se mezclan fácilmente con el agua, deben ser diluidos o enjuagados con un aceite vegetal natural como aceite de oliva o aceite de coco fraccionado entre otros.
¿Cómo benefician a las plantas?
Los aceites esenciales protegen a las plantas contra los daños provocados por el sol, las protegen durante temperaturas extremas, curan los daños que los herbívoros les provocan al alimentarse de ellas, repelen insectos y ataques microbianos, atraen a los polinizadores y les ayuda durante los periodos de baja disponibilidad de nutrientes.
Las emociones y los aceites esenciales
Dado que el sentido del olfato está tan estrechamente relacionado con los centros el cerebro que manejan las emociones, inhalar el aroma de un aceite escencial es una de las maneras más poderosas de afectar las emociones.
Cuando se inhalan, pueden influir en el tracto respiratorio y en el epitelio olfativo. Esta superficie que se encuentra dentro de la cavidad nasal contiene terminaciones nerviosas especiales que captan las moléculas aromáticas, activando nuestro sentido del olfato. Estos nervios olfativos especiales y la parte del cerebro que procesa estos aromas están vinculados estrechamente con los centros del cerebro que procesan las emociones, la memoria a largo plazo, el sistema nervioso autónomo y las hormonas.
Las emociones son sentimientos que se producen en respuesta ante lo que vemos, olemos, oímos, sentimos, saboreamos, pensamos, o hemos experimentado, y que pueden afectar nuestros pensamientos y comportamientos futuros.
Investigaciones recientes han comenzado a revelar evidencia convincente de que varios aceites esenciales y sus componentes tienen la capacidad de afectar diferentes sistemas en el cuerpo, tales como el sistema sensorial, el sistema endocrino, hormonal, nervioso autónomo, inmunológico y la liberación o inhibición de neurotransmisores (como la dopamina) en el cerebro, lo que hace que el uso de aceites escenciales sea una herramienta interesante para ayudar a equilibrar las emociones en el cuerpo humano.
Usos
Difusión
Para difundir un aceite esencial se utiliza evaporación, calor u otros medios mecánicos para dispersarlo en el aire, de modo que se pueda inhalar con facilidad, en los difusores más básicos se aplica un aceite esencial sobre una almohadilla, an mecha, un paño, una caña, arcilla, roca volcánica u otra superficie porosa de modo que el aceite tenga una superficie más amplia, lo que provoca una evaporación más rápida. A menudo se agrega calor o aire en movimiento para acelerar la evaporación.
Los difusores más sofisticados utilizan aire o movimiento mecánico para descomponer el aceite en una bruma fina que luego se dispersa en el aire.
Uso tópico
Una forma usual de utilizar los aceites es aplicarlos directamente sobre la zona deseada. Dado que son altamente concentrados, algunos deben ser diluidos antes de aplicarlos sobre la piel. Los aceites diluyentes se denominan aceites portadores. Los aceites vegetales más comúnmente utilizados son: aceite de coco fraccionado, aceite de jojoba, aceite de almendra, entre otros.
Para su almacenamiento y sencilla aplicación los aceites esenciales cuando son mezclados con aceite portador pueden ser almacenados en botellas o frascos con roll-on.
Otra forma de aplicación es mediante masajes para ser esparcidos sobre la piel ya que ciertos aceites esenciales tienen propiedades relajantes o analgésicas, lo que ayuda a los músculos sobre los que se aplica.
También se pueden utilizar compresas para ayudar a que los aceites penetren más profundamente los tejidos mediante el uso de una toalla caliente o fría y húmeda sobre la piel con el aceite elegido previamente aplicado en la zona deseada.
Los aceites esenciales también se pueden agregar al agua de la bañera, ya sea directamente o combinados con sales de baño, donde los aceites penetran en la piel desde el agua de la bañera.
Otras terapias
Los aceites esenciales a menudo se combinan con terapias como reflexología, acupuntura, acupresíon, yoga y auricoterapia con el fin de mejorar los efectos de estas terapias con las propiedades de los aceites.
Los aceites esenciales cuando cuentan con grado de pureza y calidad certificada para ser consumidos, pueden ser un reemplazo excelente de hierbas frescas, especias secas o en polvo para cocinar, dado que las especias secas han perdido gran parte del sabor y aroma que se encuentran en la planta natural. Además mientras que muchos saborizantes que se venden en el mercado usan sabores artificiales o están diluidos en alcohol o propilenglicol, en cambio los aceites esenciales aportan un sabor concentrado y puro. Pueden ser también agregados al agua, leches vegetales y así disfrutar de una bebida saludable además de aromática.
Pueden ser también consumidos de manera terapéutica de modo interno en cápsulas vegetales vacías, para esto se coloca una a dos gotas del aceite elegido en conjunto con aceite de oliva para rellenar el resto de la cápsula si se desea, esta se cierra de inmediato y luego se traga.
Algo importante que se debe recalcar es que no todos los aceites esenciales son iguales. Cuando desee utilizarlos de forma tópica, aromática o interna debe asegurarse de que los aceites que quiera usar hayan sido probados exahaustivamente y hayan sido certificados como puros y de grado terapéutico. Otros aceites pueden contener contaminantes nocivos y productos químicos baratos usados como relleno. Elija únicamente los mejores aceites esenciales para usted y para su familia.