Los austriacos compran figuras de plomo durante los últimos días del año para fundirlas en Nochevieja en un grupo de familiares, amigos y conocidos en una vieja cuchara sobre una vela.
En cuanto el plomo de la figurita se ha fundido, se vacía el líquido en un recipiente con agua fría. El plomo se solidifica y adquiere una nueva forma.
A continuación, se interpreta esta nueva forma. Se "ven" y reconocen cosas como un barco, un avión, dinero, bebés.... Y muchos cosas más. La lista es larga y cada paquete de figuras incluye siempre una lista para la interpretación posterior.
Hay familias que proyectan la sombra de esta nueva figura en una pared y así la interpretan mejor. La pregunta "¿Qué nos depara el nuevo año?" se responde así de forma entretenida.
En lugar de figuras de plomo, también se pueden comprar figuras de cera.
Y ¿dónde se pueden comprar estas figuras en Austria? En los supermercados, en los mercados navideños e incluso en Internet.