Y es que, hay muchas formas de viajar, muchos modos de acercarse a otras culturas, otra gente, otros modos de vivir y de caminar por el mundo y sobre todo, otros parajes que ni en sueños podríamos imaginar - si no fuera porque los medios de comunicación, además de los libros con sus ilustraciones, - nos revelan todo lo que ha existido y existe más allá de lo que  podemos atisbar en el horizonte.

Desde mi punto de vista y de todo lo que he podido visitar hasta hoy, yo podría hacer una relación considerable y eso teniendo en cuenta que me quedan muchos puntos de la geografía que no son,  menos interesantes y que también podrían entrar a formar parte de la misma. Pero creo que para los amantes de la historia y de las raíces, hay unos cuantos que nadie debería perderse. Pueden despertar la curiosidad de los más jóvenes incluso para fines de investigación y estudio. Impresionar a los mayores que no tuvieron ocasión de verlo nunca y de deleitar a los viajeros más exigentes.

A Coruña y Astorga. Las dos ciudades que más conozco, la primera por ser la que me vio nacer y la segunda con la que tengo una vinculación especial desde siempre.

La primera con su Torre de Hércules, cuyo faro es el más antiguo del mundo y el único que sigue funcionando. Ha sido Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y también de Bien de Interés Cultural. Otros lugares para ver. La Casa Museo de Emilia Pardo Bazán, El Castillo de San Antón, los Jardines de Méndez Núñez, el Ayuntamiento, el Obelisco, El Milenium, Los Cantones, el Casco Viejo y muchas otros sitios más.

Astorga también posee lugares de importante interés y legado cultural como la Muralla Medieval, el Ayuntamiento, la Catedral, el Palacio Episcopal proyecto del arquitecto español Antoni Gaudí, La Casa Panero, El Museo del Chocolate, el Monasterio de las Madres Redentoristas, algunos de ellos declarados también como Bienes de Interés Cultural y es, además lugar de paso del Camino de Santiago y de la Vía de la Plata.

La ciudad es cabeza de una de las diócesis más extensas y antiguas de España, cuya jurisdicción abarca la mitad de la provincia de León y parte de las de Orense y Zamora.

Ni que decir tiene si nos “perdemos” en la gastronomía de estas dos ciudades con su exquisitos cocidos. El Gallego y el Maragato. Para los paladares más exigentes.

Hasta la próxima!
Ana Julia Martínez