Siguiendo los pasos de los muralistas mexicanos tradicionales, Valverde ha creado más de 50 murales intrincados, muchos de los cuales han alcanzado renombre internacional. En la actualidad, se encuentra en Viena, donde ejerce el rol de curador de la exposición "Memorias de Vida y Muerte – Erinnerungen des Lebens und des Todes". Esta exposición, organizada por el Österreichisches Lateinamerika-Institut en colaboración con el Instituto Cultural de México en Viena, es un sentido homenaje a Rafael Donadio, un visionario que desempeñó un papel fundamental en la promoción de la cultura latinoamericana en Viena, Austria, y que lamentablemente nos dejó el 18 de abril de 2023.

En el marco de su visita a Viena, el también artista Antonio Zapata tuvo el honor de entrevistar a Miguel Valverde para CulturaLatina, donde se exploran las experiencias y la visión artística de este creador mexicano.

Antonio Zapata: Miguel buenos días. En nombre de la revista "Cultura Latina & Österreichischer Kultur" te doy las gracias por haber aceptado esta invitación. "Memorias de Vida y Muerte" es el título de esta exposición. Y quiero mencionar aquí a una persona que está muerta y que fue muy importante para nosotros, para el Instituto Latinoamericano y para la colonia mexicana, pero también para los vieneses, porque él era el responsable o el organizador de todos estos festivales de cine latinoamericano, cine centroamericano, cine mexicano, retrospectivas. Entonces lo extrañamos y por eso es tan importante ¿quién era él para ti?

Miguel Valverde: Bueno, gracias primeramente por este espacio. Para mí es muy importante el compartir con ustedes este momento. Hermanar México con Viena, con Austria, Chihuahua. Para nosotros es importante primeramente porque estos puentes los creó Rafael Gutiérrez Donadío, pero comúnmente se le decía su nombre corto: Rafael Donadío, y para mí Rafael fue un gran amigo y su memoria la sigo, la respeto, la quiero. Él fue la llave que abrió varias puertas para mí en Austria y también dejó la puerta abierta para muchos artistas más para trabajar y todo esto que tú comentas. Creo que todos tenemos muy claro que Rafael Donadío está más vivo que nunca. Creo que la muerte lo llevó a un plano distinto. Muchas personas que no habían tenido la oportunidad de ver el gran aporte, el gran trabajo de Rafael ahora que no está, pues creo que ya se han dado cuenta en este primer festival, en esta oportunidad, en esta exposición, en este 2023, en estas temporadas de Día de los Muertos, de la ausencia tan grande que deja Rafael, pues Rafael trabajaba por 10 personas, 18, 20... a veces por cuatro, a veces él solo. Rafael tenía una gran dinámica y creo que fue un visionario. Creo que su amor por México, por la cultura latinoamericana, no nada más México, dieron muchísimo para nosotros en la medida de la conexión cultural entre América y Europa.

Antonio Zapata: Ok! Texas-Chihuahua: La idea de conectar esas dos regiones que están divididas por una línea, una línea de muerte y de vida también, porque los que tratan de cruzar esta línea es porque quieren, y muchos de ellos llegan a una mejor vida... digamos, pero muchos mueren. La idea ésta es muy bonita, no? La de unir estas dos regiones. ¿Qué había ahí detrás?

Miguel Valverde: Bueno, yo soy originario de Cuauhtémoc, Chihuahua, una región cerca de la Sierra Madre, donde están los tarahumaras, donde hay cultura menonita, comunidades menonitas, y donde estamos los mestizos. Y mi primer recuerdo sobre el río Bravo fue cuando me contaron mis padres que ellos en el 70... 78 creo, se fueron a El Paso-Texas y cruzaron el río Bravo, y al cruzar el río Bravo casi se ahogaron con mi hermano en el cogote (= cuello), en los hombros. Entonces cuando creces con una idea en tu cabeza sobre qué era el río, eso que era el río Bravo. La frontera va cambiando todo y hace diez, quince años me fui a trabajar a la región del desierto y cuando fui a visitar el río Bravo... pues del río Bravo de mi mente ya no era más que una idea, porque con todas las cosechas que hay en Nuevo México, el río Bravo pues llega ya como un riachuelo que se alimenta del río Conchos de Chihuahua. Y lo importante es cómo estas fronteras se están acortando, se están haciendo cada vez más, más invisibles. Entonces esta exposición hermana lo que viene siendo la región del sur de Texas y Chihuahua, norte de México... vaya! que Texas es un estado inmensamente grande y para nosotros fue un proyecto y es un proyecto que nos ha permitido aprender de nuestros colegas norteamericanos que viven en el silencio del desierto. Porque no es lo mismo vivir en una gran ciudad como San Francisco o Nueva York, Houston, Miami... no sé, a diferencia de estar en una zona donde la gente está conectada con su espíritu, está conectada con su paisaje, que en la mañana despierta y siente el sereno de la mañana... así se le dice allá al rocío de la mañana, y que pasan los paisanos o correcaminos en el área del desierto. Y lo mismo pasa en Chihuahua. Chihuahua tiene la montaña, tiene el valle y tiene el desierto, tiene tres paisajes muy representativos. Y de la región del desierto, donde estamos, estamos plasmando esta exposición "Memorias de Vida y Muerte", donde la gente puede ver -quien visite esta exposición- el imaginario colectivo que tenemos, de lo que es nuestra visión del Día de los Muertos, y sobre todo en relación a nuestro entorno, a nuestro paisaje y a nuestras creencias del norte de América.

Antonio Zapata: Ok, muerte y vida... es que yo como colombiano, pues asocio la muerte más bien con violencia, no? Y mirando la exposición veo que hay muy poca violencia en los motivos. Fue una intención de mostrar la muerte solamente desde una perspectiva más bien metafísica o filosófica? Es que yo, por ejemplo, cuando veo un cráneo, ese cráneo para mí es un símbolo de muerte física, que un ser físico murió... y más... mejor: lo mataron! La calavera mexicana tiene otro sentido. Yo creo que ustedes no lo ven, no lo ven igual que yo.

Miguel Valverde: Pues yo creo que la gran riqueza cultural que tenemos en nuestros países, en la diversidad cultural, nos permite ver la muerte de diferentes perspectivas. Aún así, yo pienso que América Latina, al no haber pasado por una Primera y Segunda Guerra Mundial, como aquí en Europa, tiene una visión que nos permite ser un poco más... esta palabra es importante... un poco más... ausentes de la importancia de lo que es la muerte en culturas europeas, porque tenemos una manera muy diferente de verla, y nuestra cultura viene cargada de otros simbolismos, pero no quiere decir que no la vivamos de la misma manera. Creo que, ahora que pasamos la era del COVID, fue, después de la segunda de las guerras, una oportunidad de conectarnos. Por ejemplo, voy a hablarte de un artista que para mí es un gran referente: Para mí Oscar Kokoschka es un artista que estuvo en medio de esas guerras, un artista que le tocó representar su tiempo. Creo que todos los creadores representamos o somos espejo de lo que nos toca vivir, de nuestro tiempo. Pero en sí, la visión de la muerte, desde mi punto de vista mexicano, en una exposición, es un referente también colectivo y personal de la visión. Porque hay cuadros que te muestran lo que es la tradición de un altar y otros que te muestran el desierto y la ausencia, que solamente se ve en huellas... y para mí son visiones muy poéticas, que no requieren de representar la muerte a través de la violencia, porque hay muchas maneras... y México? claro que también tiene violencia...

Antonio Zapata: Y mucha...

Miguel Valverde: Por supuesto, bastante. El mundo la tiene, no nada más México y Colombia. Creo que todo el mundo la tiene, porque es nuestra humanidad. Y en un momento de supervivencia todos actuamos para subsistir de una forma u otra. Entonces eso es un punto muy importante, que la exposición quiso respetar a cada uno de los artistas mostrando su visión sobre el Día de los Muertos. Sí, hay cráneos, hay flores cempasúchil, hay perros... ves la exposición desde el punto de vista del México colorido, también del México poético, también del México desgarrador, porque también hay representaciones sobre crítica política y en sí la exposición tiene un poco de todo. Hay personas que en el paisaje ven la muerte, entonces es una parte importante de cómo esta exposición es un un crisol, es un abanico de visiones que permiten que las personas que van y que pueden observar esta exposición colectiva se vayan con más cuestionamientos de qué es México, de qué es el día de los muertos, de qué es Chihuahua y qué es Texas, de que somos memorias de vida y muerte juntos. Porque una exposición a mí me gusta cuando sales con ganas de pintar -en mi caso-, cuando sales con ganas de leer sobre este artista, cuando quieres investigar dónde se pintó, por qué los materiales son de esa brillantez. 

Antonio Zapata: Pues esa perspectiva que ustedes tienen de la muerte es única. Yo creo que en ningún otro país tienen esa amistad con la muerte, diría yo. Bueno... Y ahora, tú eres escultor y eres muralista: La referencia de LOS TRES GRANDES MURALISTAS, y escrito con mayúsculas, RIVERA, SIQUEIROS y OROZCO, ¿es una carga para un muralista, para un pintor moderno, actual, contemporáneo mexicano? ¿O es una ayuda? Porque para mí la responsabilidad es tan grande! la de tenerlos a ellos allá! Ésa es una pregunta. Y la otra es: La intención de ellos era crear una identidad mexicana a través del indigenismo, y yo he visto en tus murales la representación de la lucha libre, que para mí es una incógnita -y podríamos hablar después de eso- ¿Es la lucha libre una especie de identidad mexicana, contemporánea, moderna?

Miguel Valverde: Bueno, voy por la primera pregunta. Si, para mí no es una carga el hecho de tener un bagaje cultural como el de Rivera, Orozco y Siqueiros porque creo que ellos dejaron una intención muy clara. Desde el proyecto de José Vasconcelos, el muralismo mexicano tenía una intención hace 100 años... y el mundo de hace 100 años ya cambió! Claro, se han caído muros, han pasado guerras, han pasado pandemias y tenemos otras visiones como país.. En América estamos creciendo y creo que también debemos adaptarnos a los artistas modernos, en saber cómo actuar y cómo ejercer el arte desde un punto de vista profesional. Entonces por eso para mí es una gran motivación el tener claro en México a los grandes artistas y muralistas. Pero yo soy del norte y mi conexión estuvo mucho más clara casi que con Estados Unidos que con el centro de México. Claro que son tan importantes Rivera, Orozco y Siqueiros, pero también está Carlos Mérida, Chávez, Morado... varios muralistas, Aurora Reyes, la primera mujer muralista mexicana que era de Parral, Chihuahua. Entonces eso para mí son mis referentes. Ahora se ha cambiado la visión del México a través del cine. Lo que está haciendo Guillermo del Toro, Iñárritu, Cuarón... o sea, todos estos artistas que están manejando tanto lo que es la visión de lo mexicano, solamente se está cambiando de técnica, pienso yo, de disciplina: nos vamos de la pintura a lo que es el cine. Entonces la referencia de convertirnos en una potencia cultural creo que es la mejor manera de poder mostrarnos como mexicanos, como latinoamericanos. Creo que ese es uno de los valores más grandes que tiene México. Más allá del turismo. Creo que el turismo cultural, gastronómico, el arte, son de los referentes más importantes. 

Es una motivación saber que han pasado grandes artistas y esta vanguardia del arte que ha cambiado tanto, es importante verla, entenderla, respetarla y tener muy claro qué papel estoy jugando yo como creador, como mexicano, porque aquí no soy norteño ni del sur del país, soy mexicano o latinoamericano. Entonces ese es el punto importante, de la responsabilidad, como creador, de hacer las cosas bien, aunque sea una exposición o que sea un mural, o que sea un dibujo... lo que sea, pero hay que hacerlo bien porque creo que todos queremos ser número uno en América Latina. Creo que todos queremos acortar esas distancias entre cómo se nos pueda llamar Primer Mundo o Tercer Mundo, y todo eso. Pero creo que para mí, yo tengo una filosofía de trabajo, mi filosofía dice que no hay proyectos pequeños. Yo te trabajo igual en Viena como trabajarte en Chihuahua o un municipio pequeño. ¿Por qué? Porque todos somos seres humanos, porque todos estamos en este tiempo y afortunadamente vivos. Entonces es la oportunidad de trabajar y eso para mí es lo que me motiva y me llena.

Y continuando con la siguiente pregunta. La lucha libre mexicana en sí es una...(tradición)... tiene 90 años, está a punto de llegar a su centenario. Yo creo que la lucha libre tiene la posibilidad, si sigue respetando la esencia de lo que es, de convertirse en un patrimonio de la humanidad cuando cumpla su centenario. Primeramente porque ahí se juegan varios rituales, hay un misticismo, hay una conexión muy importante a través del deporte espectáculo, con todo lo que simboliza el folklore mexicano, la fusión de las culturas es bien interesante. La lucha libre mexicana nació como lucha libre en 1933 en Ciudad de México, cuando Salvador Lutteroth González tuvo una visita a El Paso Texas, creo que en 1929, y andaba de negocios y fue a El Paso a ver un evento de lucha libre y se lo llevó a México, porque le gustó el espectáculo y quería hacer algo que dejara (dinero, ganancia), que fuera buen negocio. Entonces creo que eso fue un punto importante, donde se fue tropicalizando en México, se fue adaptando, así como muchas de las culturas. Muchas de las raíces españolas que se quedaron ahí se fueron tropicalizando o se fueron mezclando y fueron tomando de manera natural una adaptación. Y la lucha libre mexicana ahora es una representación muy importante del México contemporáneo. Por eso a mí me gusta ese simbolismo, me gusta lo que representa y lo que la gente puede encontrar en ese vívido crisol que es el arte del costalazo en México.

Antonio Zapata: Pero yo no la entiendo mucho. Para mí es como una especie de coreografía, es una performance, es un ballet...es una mezcla de mucho, como decís vos. Lo que no entiendo es al público, cómo el público actúa de esa forma, como si estuvieran boxeando realmente y donde se supone que hay un ganador. Pero a veces es puro teatro, entonces el público como que se monta en esa obra, en esa idea... se me hace como que el público participara también de esa obra de teatro.

Miguel Valverde: Por supuesto, esto va junto. El público es quien le da la esencia, quien le da el color. En el público existe una catarsis, todas las emociones, dicen que no se requiere psicólogo. Me hubiese encantado que Sigmund Freud viera lo que pasaba con el público. A la Arena México, por ejemplo, se le dice el monstruo de mil cabezas. Y eso me hace recordar a Joseph Campbell con El héroe de las mil cabezas, creo. Entonces es bien interesante cómo encontramos varios arquetipos de nuestra mente en el luchador, cómo ejemplificamos a los héroes y villanos, cómo nos reflejamos nosotros... y en sí, esto es la lucha libre! Tú y yo como creadores somos actores de nuestra propia obra, porque en nuestra casa lavamos trastes o cocinamos, y cuando nos ponemos a pintar somos el personaje principal para crear nuestras obras. Claro, y eso pasa con el luchador y con el público también. Hay gente que llega muy incrédula a la arena y a la primera cerveza y la primera lucha... ya están gritándoles a los luchadores y luchadoras, los gritan, los odian, los aman, se sorprenden. Y cuando estás dentro de una función de lucha libre, creo que puedes entender como esos héroes se convierten en verdaderos estetas que rompen las leyes de la gravedad y vuelan y al volar, también tú sientes que vuelas con ellos, entonces te sorprendes y te enamoras de lo que es la lucha libre. Yo lo veo desde el punto de vista artístico, estético, temático, simbólico, del color, de todo eso. Entonces por eso para mí es una temática muy interesante que ojalá un día puedas tú estar dentro de una función de lucha libre.

Antonio Zapata: Y ahora con esta interpretación sí que la voy a mirar con otra sensibilidad.

Miguel Valverde: Si, porque es como la pintura.

Antonio Zapata: Gracias por haber aceptado esta invitación. Lástima que no tengamos más tiempo. Esta figura del colibrí*, que es el mensajero de pensamientos, sentimientos y deseos y no solamente entre los vivos, sino también hacia la muerte. Quizás vamos a enviarle con el colibrí, un mensaje a Rafael: Te extrañamos mucho Rafael.

Miguel Valverde: Pues muchas gracias a ti, Rafael, por esta oportunidad de trabajar juntos. Estás en mi corazón y en mi memoria. Y estamos todos muy agradecidos de haberte tenido el tiempo que se pudo. Y pronto nos veremos allá en el Mictlan.

Antonio Zapata: Sí, allí nos tenemos que ver!

*La fábula de los Mayas del colibrí: Los dioses hicieron una masa de maíz y barro con la que formaron todas las criaturas pero les quedó faltando un mensajero que transmitiera pensamientos y sentimientos, pero ya no había más de la masa creadora. Un dios encontró una piedra de jade que pulió hasta formar una flechita. La sopló y salió un ave con los colores del arco iris y tan veloz que podía transportar pensamientos, sentimientos y deseos entre las criaturas vivas, e incluso llevar mensajes al reino de los muertos.

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La exposición "Memorias de Vida y Muerte – Erinnerungen des Lebens und des Todes": Hommage an Rafael Donadio podrá admirarse en la Sala Frida Kahlo del LAI de Viena hasta el 3 de noviembre de 2023.

Lea el artículo sobre el Vernissage en este enlace: "Memorias de Vida y Muerte – Erinnerungen des Lebens und des Todes": Hommage an Rafael Donadio